APROVECHA EL TIEMPO
Las
manos ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riqueza (Proverbios
10:4)
¿Alguna
vez has escuchado el dicho que reza: “Mente ociosa, taller de Satanás”? Creo
que es más cierto de lo que imaginamos. Es muy frustrante observar cientos de
jóvenes que pierden el tiempo. Puedes verlos sentados en las aceras mirando
pasar los vehículos, o muy entretenidos con un videojuego, o pasando horas en
páginas improductivas de Internet. La cuestión es que la ociosidad no es inofensiva,
al contrario, es una verdadera bomba de tiempo.
Los
momentos de ocio son los favoritos de Satanás para atacar con más fuerza. Entonces
bajamos la guardia y somos más vulnerables. Si supieras cuántas desgracias han
ocurrido en este mundo en el lamentable contexto de la ociosidad.
La
ociosidad nunca viene sola. Tiene compañeros indeseables que arruinan la vida
de cualquier persona, especialmente los jóvenes. Elena de White describe el
caldo de cultivo para meterse en graves problemas. “La ociosidad, la falta de
ideales, las malas compañías, pueden ser las causas que predisponen a la
intemperancia” (La educación, pp 201, 203). El consumo de alcohol, tabaco y
drogas ocurre justamente en medio de estos espacios de desocupación. Ahí
también puedes agregar la pornografía, la delincuencia, la pereza. De ahí que
la ociosidad sea considerada como un pecado (Mente, carácter y personalidad t.
1, pp.234, 235).
La
mente humana tiene que estar activa, siempre aprendiendo y tratando de ejecutar
nuevos proyectos. Eso te traerá buen ánimo, optimismo y espíritu de servicio.
En cambio, la ociosidad te hundirá en la depresión, el pesimismo y la
desesperanza, además de mantenerte de mal humor en todo momento. ¿Te imaginas?
¡Te volverás insoportable! En realidad, es muy poco el tiempo que pasaremos por
este mundo. ¡Por lo tanto, hay que aprovecharlo al máximo! No te puedes
permitir el lujo de derrocharlo.
El
versículo de esta mañana también vincula la ociosidad con la pobreza. A mí me
llama la atención que haya tanta gente de escasos recursos que reclama
oportunidades. ¿Pero hasta dónde podemos decir que son víctimas de su propia
ociosidad? Tienes que hacer que las cosas sucedan. Y ahora que eres joven es
cuando se pueden adquirir los hábitos de laboriosidad que más adelante te van
ayudar a triunfar en la vida.
Te
invito a que adquieras hábitos de laboriosidad en tu vida: levántate temprano,
arregla tu cama, haz ejercicio, asea tu habitación, cumple con tus tareas
escolares, lee un libro. Además, puedes aprender algún oficio que te será muy
útil en el futuro. No olvides que Dios nos juzgará especialmente por la manera
como usemos el tiempo durante nuestra vida.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes “¿Sabías que..?”
Por Dr. Félix H. Cortez
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