“TONO ABSOLUTO”


"Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos" (Hebreos 7: 26).

Cierto joven que conozco posee tono u oído absoluto, una habilidad que a mí siempre me ha parecido extraordinaria pero que para él es de lo más natural. Una persona que tiene tono absoluto puede decir la nota de cualquier sonido de manera inmediata, sin pensar, sin reflexionar ni compararlo con algún patrón externo. Para él, identificar el tono de un sonido es tan sencillo y natural como para ti y para mí lo es identificar el color de un objeto.

Cuando tenía unos ocho años, mi joven amigo empezó a componer piezas para piano y para violín, pero todo lo hacía en su cabeza y en cualquier lugar sin necesidad de sentarse con el instrumento para revisar sus melod1as y armonías. Más tarde comprendí que tenía tono absoluto. Una vez le dijo a su profesor de piano que el timbre de la escuela sonaba en re bemol El maestro inmediatamente lo constato. Nunca lo he visto equivocarse. Sir Frederick Ouseley, profesor de música en Oxford, que también tenía tono absoluto, observó cuando tenía cinco años de edad: «imagínate, papá se suena en sol». También decía que tronaba en sol o que el viento soplaba en re, o que el reloj, con un carillón de dos notas, sonaba en sí menor.

El tono absoluto me hace pensar en Cristo Jesús. Podríamos decir que Él tiene tono absoluto en cuanto a la justicia. Sabe de manera inmediata y con precisión absoluta qué está bien y qué está mal, sin necesidad de pensar, reflexionar, o comparar sus juicios con un patrón externo de justicia, y nunca se equivoca. Su capacidad de discernimiento es el resultado de que Él es perfecto.

Jesús es santo, irreprochable, puro y apartado del pecado. Nosotros, en cambio, no somos así. El pecado está en nosotros mismos y nos engaña. Nuestro sentido de la justicia es relativo. Sabemos que hay ciertas cosas que no son correctas, pero en otros casos nos cuesta trabajo discernir entre el bien y el mal. Por eso es tan Importante que le pidamos a Jesús que «afine nuestras vidas de acuerdo con el tono de la orquesta celestial Cristo nos guía por medio de su Palabra, la Biblia .. Pero esto es apenas el inicio. Jesús también desea comunicarse con nosotros directamente a nuestra mente.

Puede hacerlo mediante la oración y la meditación en su Palabra. ¿Qué te parece si esta mañana empiezas tus ejercicios de “afinación”?

Tomado de: Meditaciones Matinales para Jóvenes 2013
“¿Sabías qué…?”
Por: Félix H. Cortéz

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