“NAPOLEÓN DE LA PRENSA”
“MAS VALEN DOS QUE UNO, PORQUE OBTIENEN MAS FRUTO DE SU ESFUERZO” (Eclesiastés 4: 9).
Así le llama George R. Knight a Joshua V. Himes, el hombre que puso el adventismo millerita en el mapa de la sociedad estadounidense del siglo XIX. Himes era un joven pastor conexionista que había aprendido el arte de la publicidad trabajando con William Lloyd Garrison, el apasionado promotor de la liberación de los esclavos. Cuando Himes conoció a Miller en noviembre de 1839, se convenció de la veracidad del mensaje del viejo predicador y se preguntó por qué no era más conocido.
— ¿De veras cree usted este mensaje? —preguntó Himes.
—Ciertamente —le dijo Miller —, de otra manera no lo estaría predicando.
—Pero, ¿qué hace usted para esparcirlo y darlo a conocer a todo el mundo?
—Todo lo que puedo —le dijo Miller.
—Pues todo sigue oculto en un rincón. Muy pocos conocen el tema después de todo lo que usted ha hecho. Si Cristo va a venir dentro de pocos años, como usted cree, no debería perder tiempo en dar la advertencia a la iglesia y al mundo, en estruendosos tonos, para incitarlos a prepararse.
—Lo sé, lo sé, hermano Himes —dijo Miller—. Pero ¿qué puede hacer un humilde campesino? He estado buscando ayuda, necesito ayuda.
Fue en ese momento, recuerda Himes, que puse mi vida, mi familia, mi negocio, mi reputación, todo, sobre el altar de Dios, para ayudarle, hasta el límite de mi capacidad, hasta el fin. Joshua V Himes brindó al millerismo una gran dinámica. Himes era un emprendedor lleno de ideas novedosas. Entre 1840 y 1844, Joshua se hizo cargo de la logística del movimiento y convirtió el millerismo en una ideología que llegó a los hogares de cientos de miles de personas.
Nathan Hatch, uno de los principales historiadores de la religión en Norteamerica, ha descrito los esfuerzos de Joshua V. Himes como «un ataque militar intenso y sorpresivo», y como «una avalancha publicitaria sin precedentes». Uno de sus detractores lo definió como el Napoleón de la prensa».
Al cabo de muy poco tiempo después de iniciarse la febril actividad de Himes aparecieron las revistas Midnight Cry [El clamor de media noche] y Signs of the Times [Señales de los tiempos]. Esas revistas llevaron el mensaje del advenimiento a todo el mundo. Con la primitiva tecnología, Himes produjo millones de libros y tratados. Himes era un publicista y Miller un hombre de ideas; pero se requiere de ambos, así como de un ejército de otros menos visibles, para conformar un equipo misionero eficiente. Las buenas nuevas son que Dios te necesita.
Tomado de: Meditaciones Matinales para Jóvenes 2013
“¿Sabías qué…?”
Por: Félix H. Cortez
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